lunes, 27 de septiembre de 2010

UN CUARTO DE HORA

Me gustan las estaciones de tren,
allí siempre me pasan cosas:
me calmo
me aturdo
me espero
monstruosidades que pasan
silencio
ruido
silencio
calma
monstruosidades que se van

Quince minutos de
nada.


Cuando puedan, les recomiento pasar por aquí.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

OLIVERIO

Decir la verdad, pero decirla bien.

martes, 21 de septiembre de 2010

Principios, peces y finales



El diario Perfil, en su suplemento Cultura de los domingos, publica un cuestionario a escritores

-reconocidos y no tanto- interrogándolos acerca de sus primeras lecturas, sus autores favoritos vivos (no como los dinosaurios de Susana), sus candidatos al Nobel, sus libros inconclusos y alguna otra consabida pregunta del ambiente. La que más me gusta -por supuesto- es la pregunta final, que a pesar de ser la última es una pregunta sobre el comienzo.


¿Cuál es su comienzo favorito de la literatura universal?




Siempre me respondo que el mío es: "Lo que abyectamente me hacía falta era sol" del cuento Los ritos de Abelardo Castillo. No encontré hasta ahora uno que me conmoviera más. Y no tengo demasiadas dudas al respecto, hasta ahora.



Pero si hay un comienzo (muchos comienzos) es porque habrá muchos finales. Elegir uno entre tantos será una tarea tan peligrosa que quien pensó el cuestionario no debió atreverse a plantear. O no le entraba en el espacio de la columna, o no le resultaba interesante, o no quiso arruinarnos los cuentos, quien sabe. Yo me lo pregunto aquí, como me lo pregunto cada domingo.


Y aun no sé cuál es mi final favorito, no puedo decidirme. Pero puedo, mientras tanto, escribir caprichosamente el final de un cuento que releí hoy -reciencito-, del simplísimo libro Un pez en la red, de un señor que -dicen los que lo conocieron- era un tipo interesante.



"Gasto toda mi plata y mientras me acomodan el mundo en una caja pienso la vuelta a casa más seguro con el día hecho a salvo todo más en su lugar mejor que antes o que otras veces o que algunas. Sí. Algunas veces."




Norberto Uman, "Cientos de Mermeladas".

Máximas y mínimas

Me estoy tomando mi tiempo, está delicioso.

Dos cafés con leche seguidos es estar pasándola bien.

No hay que ir al supermercado con hambre.

Más de dos bares por día es vicio.

domingo, 12 de septiembre de 2010

MÉRITO

Chasquié los dedos, y apareció el amor.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

ACCIDENTE VITAL


Hoy me llevé el mundo por delante, trastabillé, le pedí disculpas y seguí caminando, como si nada.